lunes, 19 de diciembre de 2011

El modernismo

El arte contemporáneo ( debate)

Primera parte:



Segunda parte:



Tercera parte:

La princesa está triste... ¿Qué tendrá la princesa?

    SONATINA

La princesa está triste... ¿Qué tendrá la princesa?
Los suspiros se escapan de su boca de fresa,
que ha perdido la risa, que ha perdido el color.
La princesa está pálida en su silla de oro,
está mudo el teclado de su clave sonoro,
y en un vaso, olvidada, se desmaya una flor.

El jardín puebla el triunfo de los pavos reales.
Parlanchina, la dueña dice cosas banales,
y vestido de rojo piruetea el bufón.
La princesa no ríe, la princesa no siente;
la princesa persigue por el cielo de Oriente
la libélula vaga de una vaga ilusión.

¿Piensa, acaso, en el príncipe de Golconda o de China,
o en el que ha detenido su carroza argentina
para ver de sus ojos la dulzura de luz?
¿O en el rey de las islas de las rosas fragantes,
o en el que es soberano de los claros diamantes,
o en el dueño orgulloso de las perlas de Ormuz?

¡Ay!, la pobre princesa de la boca de rosa
quiere ser golondrina, quiere ser mariposa,
tener alas ligeras, bajo el cielo volar;
ir al sol por la escala luminosa de un rayo,
saludar a los lirios con los versos de mayo
o perderse en el viento sobre el trueno del mar.

Ya no quiere el palacio, ni la rueca de plata,
ni el halcón encantado, ni el bufón escarlata,
ni los cisnes unánimes en el lago de azur.
Y están tristes las flores por la flor de la corte,
los jazmines de Oriente, los nelumbos del Norte,
de Occidente las dalias y las rosas del Sur.

¡Pobrecita princesa  de los ojos azules!
Está presa en sus oros, está presa en sus tules,
en la jaula de mármol del palacio real;
el palacio soberbio que vigilan los guardas,
que custodian cien negros con sus cien alabardas,
un lebrel que no duerme y un dragón colosal.

¡Oh, quién fuera hipsipila que dejó la crisálida!
(La princesa está triste, la princesa está pálida)
¡Oh visión adorada de oro, rosa y marfil!
¡Quién volara a la tierra donde un príncipe existe,
—la princesa está pálida, la princesa está triste—,
más brillante que el alba, más hermoso que abril!

—«Calla, calla, princesa —dice el hada madrina—;
en caballo, con alas, hacia acá se encamina,
en el cinto la espada y en la mano el azor,
el feliz caballero que te adora sin verte,
y que llega de lejos, vencedor de la Muerte,
a encenderte los labios con un beso de amor».

Rubén Darío.

domingo, 18 de diciembre de 2011

sábado, 17 de diciembre de 2011

Cuestionario de Literatura del s. XX

CUESTIONARIO GENERAL

Cuestionario de unidades de la lengua

Escribe el cuento

Aquí tienes un resumen de un cuento mejicano. Son varios párrafos con las ideas principales. A partir de ahí redacta el cuento de tal forma que resulte más interesante.

El gran emperador de los aztecas era omnipotente; todas las tribus del valle de México y de los territorios vecinos le pagaban tributos, pero no todos los pueblos sometidos eran felices. Estaban cansados de entregar hombres y riquezas a sus opresores.

El cacique de Tlaxacala decidió un día que había llegado el momento de libertar a su pueblo de la dominación azteca y empezó una guerra terrible entre aztecas y tlaxcaltecas.

La princesa Ixtaccíhuatl, de juvenil belleza, era hija del cacique de Tlaxcala. Popocatépetl, uno de los principales guerreros de su pueblo, le profesaba amor callado.

Antes de salir a la guerra, Popocatépetl pidió al padre de Ixtaccíhualt la mano de ésta, si triunfaba, y el cacique tlaxcalteca se la prometió.

Popocatépetl venció en todos los combates, y a su regreso triunfal a Tlaxcala, el cacique salió a su encuentro y le dijo que la muerte le había arrebatado a Ixtaccíhuatl.

Popocatépetl ofuscado, tomó en sus brazos a Ixtaccíhuatl, y empezó a subir montañas y montañas, cargando el cuerpo amado. Al llegar cerca del cielo, la tendió en la cumbre y se arrodilló junto a ella.

La nieve cubrió sus cuerpos, formando los gigantescos volcanes que presiden la lontananza del valle de Méjico. Así surgieron los volcanes.

sábado, 10 de diciembre de 2011

Textos instructivos

Fíjate en el modo y tiempo de los verbos del siguiente texto instructivo:

Haz clic en una de las imágenes del rompecabezas más abajo para mostrar el rompecabezas en tamaño completo.

Imprime el rompecabezas en una impresora a color, si la tienes. O bien, imprímelo en blanco y negro, y coloréalo tú mismo, si lo deseas.

¡Pero no hagas trampa! Colorea todos los tipos de robots similares exactamente igual.

Pega la página sobre una hoja de papel más pesado o sobre el cartón de una carpeta de fichero.

A continuación, recorta los cuadrados siguiendo las líneas indicadas. ¡Corta a través de los robots mismos!

Ahora mézclalos, e intenta reconstruir el rompecabezas.

No es tan fácil, después de todo. Hay casi 100 mil millones de maneras equivocadas de reunir los cuadrados, ¡pero hay una sola manera correcta!

¡Todos los robots dibujados en el rompecabezas son similares a los robots que la NASA está diseñando para viajar por el espacio!

miércoles, 7 de diciembre de 2011

Biografía de Newton

Lee el siguiente texto y haz diez preguntas para que tu compañero las responda.


Nació el 4 de Enero de 1643 (año de la muerte de Galileo) en Woolsthorpe, Lincolnshire, Inglaterra. Aunque haya nacido el 25 de diciembre, la fecha dada aquí es en el calendario Gregoriano, que adoptamos hoy, y que fue adoptada en Inglaterra en 1752. Hijo póstumo y único de una familia de agricultores. Su pequeño tamaño y delicado estado hacen temer sobre su suerte, pero finalmente sobrevive. Perteneciente a la joven generación de Fellows de la Royal Society. Desde joven apareció como "tranquilo, silencioso y reflexivo" aunque lleno de imaginación. Se entretenía construyendo artilugios: un molino de viento, un reloj de agua, un carricoche que andaba mediante una manivela accionada por el propio conductor, etc. Cursó estudios en la escuela primaria en Grantham. En 1661, ingresó en el Trinity College de la Universidad de Cambridge, allí estudió matemáticas bajo la dirección del profesor Isaac Barrow. En 1664, se declara una plaga en la población y la universidad fue clausurada; esto fue sin duda alguna lo mejor que le pudo suceder a Newton, pues durante este tiempo su inventiva y preocupación por las matemáticas y la filosofía estaban en un punto máximo. Recibió su título de bachiller en 1665. Regresó al Trinity College, donde le nombraron becario en 1667. Desde 1668 fue profesor. Newton se dedicó al estudio e investigación de los últimos avances en matemáticas y a la filosofía natural. Realizó descubrimientos fundamentales que le fueron de gran utilidad en su carrera científica. Consiguió en el campo de la matemáticas sus mayores logros. Generalizó los métodos que se habían utilizado para trazar líneas tangentes a curvas y para calcular el área encerrada bajo una curva, descubriendo que los dos procedimientos eran operaciones inversas. Uniéndolos en lo que llamó el método de las fluxiones, desarrolló en 1666 lo que se conoce hoy como cálculo, un método nuevo y poderoso que situó a las matemáticas modernas por encima del nivel de la geometría griega. En 1675 Leibniz llegó de forma independiente al mismo método, al que llamó cálculo diferencial; su publicación hizo que Leibniz recibiera los elogios por el desarrollo de ese método, hasta 1704, año en que Newton publicó una exposición detallada del método de fluxiones. En 1669 obtuvo la cátedra Lucasiana de matemáticas en la Universidad de Cambridge. La óptica también fue del interés de Newton. Llegó a la conclusión de que la luz del Sol es una mezcla heterogénea de rayos diferentes -representando cada uno de ellos un color distinto- y que las reflexiones y refracciones hacen que los colores aparezcan al separar la mezcla en sus componentes. Demostró su teoría de los colores haciendo pasar un rayo de luz solar a través de un prisma, el cual dividió el rayo de luz en colores independientes. En el año 1672 envió una breve exposición de su teoría de los colores a la Sociedad Real de Londres. En 1704, publicó su obra Óptica, en donde explicaba detalladamente su teoría. En 1684 recibió la visita de Edmund Halley, un astrónomo y matemático con el que discutió el problema del movimiento orbital. Durante los dos años y medio siguientes, estableció la ciencia moderna de la dinámica formulando las tres leyes del movimiento. Aplicó estas leyes a las leyes de Kepler sobre movimiento orbital y dedujo la ley de la gravitación universal.Publicó su teoría en Principios matemáticos de la filosofía natural (1687), obra que marcó un punto de inflexión en la historia de la ciencia. En 1687 apoyó la resistencia de Cambridge contra los esfuerzos del rey Jacobo II de Inglaterra para convertir la universidad en una institución católica. Tras la Gloriosa Revolución de 1688, la universidad lo eligió como uno de sus representantes en una convocatoria especial del Parlamento británico. Ese mismo año Newton conoce al filósofo Jhon Locke, entre los dos dedican bastantes horas a la discusuón de temas teológicos, en especial el de la Trinidad, Newton canaliza sus esfuerzos en los problemas de la cronología Biblica. En 1693 Newton mostró síntomas de una severa enfermedad emocional. Aunque recuperó la salud, su periodo creativo había llegado a su fin. Fue nombrado inspector y más tarde director de la Casa de la Moneda en Londres, donde vivió hasta 1696. En ese año participa en un desafío matemático propuesto por Jacob Bernoulli, su contendor era Leibniz el cual no logra superar en prontitud las soluciones presentadas por él. En 1703 fue elegido presidente de la Sociedad Real, un cargo que ocupó hasta el final de su vida. Además de su interés por la ciencia, también se sintió atraído por el estudio de la alquimia, el misticismo y la teología. Sus años de madurez y vejez transcurrieron al cuidado de una sobrina, Cátherine Barton, hija de una hermanastra y casada con John Conduit, que se convertiría en su más ferviente apologista. Algunos biógrafos corrigen que Isaac Newton murió absolutamente virgen. Su evidente misoginia, unida a un puritanismo extremo, le impedía acudir a los burdeles. Falleció el 31 de marzo de 1727 en Londres tras un brusco empeoramiento de su afección renal. Reposa en la abadía de Westminster. Dejó una cuantiosa colección de manuscritos. Los investigadores descubrieron miles de folios conteniendo estudios de alquimia, comentarios de textos bíblicos, así como cálculos herméticos oscuros e ininteligibles.

Extraído de buscabiografías

martes, 6 de diciembre de 2011

Diseño de un libro (partes)

Diseño de libros - Partes de un libro

Extraído de la web: http://fblibros.posterous.com/diseño-de-libros-partes-de-un-libro

El diseño editorial implica tener en cuenta las partes convencionales de una publicación, pero con un criterio flexible, es decir, añadiendo o eliminando partes, u ordenándolas de manera diferente, siempre de acuerdo con el grado de innovación o tradicionalismo de la edición.
Con el fin de dar cuenta de estas partes y de sus funciones, se considerarán las secciones que caracterizan a un libro.
Principales secciones de un libro

Exterior:
Tapa (cubierta) : es cada una de las dos cubiertas de un libro encuadernado. Puede ser de distintos materiales, en general se utiliza papel, cartón y/o cuero. El diseño de ambas cubiertas debe estar en concordancia con el mensaje del libro. La cubierta frontal incluye normalmente el título de la obra, el nombre del autor, el logo de la editorial y la colección, así como también fotografías o ilustraciones.
Sobrecubierta: es una cubierta delgada que se coloca sobre la tapa, utilizada para decorar y/o para proteger la edición. Muchas veces tiene el mismo diseño de la tapa, y en otras ocasiones el diseño puede variar.
Solapas: son las partes laterales de la sobrecubierta o de la tapa (si es blanda) que se doblan hacia el interior. En ellas se incluyen datos sobre la obra, biografía del autor, colecciones y títulos de la editorial.
Contratapa: no tiene un uso determinado, en algunos casos allí se incluye una síntesis del texto principal o la biografía del autor. Mantiene la línea gráfica de la tapa.
Lomo: es la parte en la que se unen las hojas formando el canto del libro. En él se coloca el título de la obra, el nombre del autor y la editorial.
Faja: es una tira de papel que se coloca alrededor del libro. Cumple una función informativa y promocional -indica, por ejemplo, la cantidad de ejemplares vendidos, el número de edición del libro, comentarios de la crítica-.
Título: su función es esencial, dado que debe atrapar la atención de los lectores de inmediato y a partir de aquí funcionar como introducción al resto del contenido. Se recomienda para los títulos frases cortas, si bien no hay leyes estrictas acerca de esto. Las tipografías serif favorecen la legibilidad, y por ende también son recomendables. Lo fundamental es que el título llame la atención y transmita un mensaje rápidamente.


Interior:
Páginas de guarda: son las páginas que aparecen al abrir la tapa de un libro (tapa dura), en las cuales generalmente se imprime un motivo con función decorativa.
Portada: es la página impar ubicada al principio del libro, que generalmente contiene los mismos datos de la tapa (título, nombre del autor y editorial).
Contraportada: es la parte posterior del libro. En algunos casos contiene otras obras del autor, comentarios sobre el texto u otra información, pero otras veces no lleva ningún contenido.
Créditos o página de derecho: es la página que presenta los datos de la edición (año y número), nombres de los que participaron en la realización del libro (diseñador, fotógrafo, ilustrador, traductor, corrector, etc.), Copyright (derechos reservados al autor y editor) e ISBN (International Standard Book Numbers y en español Número internacional estándar del libro, correspondiente al código numérico del país de edición, editorial y temática del libro).
Dedicatoria: la página de la dedicatoria es aquella en la que el autor dedica la obra.
Índice: es un listado en el que se muestran los títulos de los capítulos y las páginas correspondientes, permitiendo localizar fácil y rápidamente los contenidos de un libro. También existen índices de los temas organizados alfabéticamente y con el número de página en el que se mencionan. El índice puede colocarse al principio o al final del texto principal.
Texto principal: incluye el cuerpo del libro y también la presentación, el prólogo, la introducción, los capítulos o partes, los anexos, la bibliografía, y en los casos en que haya imágenes, las ilustraciones, láminas y/o fotografías que contenga el libro. El texto variará de longitud según la tipografía, el cuerpo, el interlineado y la caja tipográfica.
Cabezal o encabezamiento: es la indicación del título de la obra, el nombre del autor y el título del capítulo o fragmento en la parte superior de cada página del texto principal.
Pie de página: es la ubicación habitual del folio o numeración de página y de las notas y citas del texto principal.
Folio o numeración de página: es el número de cada página indicado generalmente al pie de página. El punto de partida para la numeración es la portada. No se folian aquellas páginas fuera del texto principal ni las blancas.
Colofón o pie de imprenta: es el conjunto de datos que da cuenta de las personas que participaron de la edición (imprentas, fotocromistas, componedores de textos), el papel empleado, la tipografía elegida y la fecha y lugar en que se terminó de imprimir. Se ubica en el final del libro (en página par o impar).


Estas son todas las partes que forman la estructura modelo de un libro. Sin embargo, no siempre los libros siguen este esquema. Esto depende del presupuesto destinado a la edición y de la imagen que se busca dar. Una edición en la que se incluyan todos estos componentes producirá la sensación de gran calidad. Con respecto a las revistas y a los periódicos puede decirse que en general su estructura es más simple, incluyendo portada, contraportada y texto principal. También se presentan los créditos, el cabezal y los folios.
En el momento de desarrollar el diseño editorial de una publicación es imprescindible tener en cuenta la estructura interna y externa típicas y adecuar el diseño a las necesidades específicas que cada edición requiere.

http://la.bookdesignonline.com/partes-diseno-editorial.aspx

Roger Michelena
FBLibros
0424 1192089
@libreros
michelenaroger@gmail.com
http://fblibros.posterous.com/

Escribir o hablar sin decir nada

Escoge cualquier casilla del grupo I y únelo con otra del grupo II y así consecutivamente hasta que completes todos los grupos y vuelta a empezar. De este modo puede construir un discurso sin contenido alguno.



lunes, 5 de diciembre de 2011

El fonema

Artículo publicado por Alberto Bustos en Blog de Lengua:

"Los fonemas son unidades de análisis lingüístico que están basadas en los sonidos de una lengua, pero que no debemos confundir con estos. Un fonema es el segmento mínimo —al que llegamos por abstracción a partir de los sonidos de la cadena hablada— que es capaz de sustentar una distinción de significado careciendo de significado él mismo.
Todos tenemos la experiencia de que el habla está formada por sonidos que se van engarzando para formar una cadena. Sabemos, asimismo, que esas cadenas son portadoras de significados. Incluso somos capaces de aislar sonidos individuales en ellas y decir que boca empieza con el sonido be y poca, con el sonido pe. Los fonemas, sin embargo, no coinciden con ningún sonido particular porque se sitúan en un nivel de análisis más abstracto. Existen en español dos fonemas que representaremos como /b/ y /p/, que están basados en los sonidos anteriores, pero que no son ellos, sino que constituyen una idealización a la que llegamos a partir de ellos. Los escribimos encerrados entre barras porque esta es la convención que se utiliza para indicar que estamos representando fonemas y no grafemas, que se representan entre ángulos (<>), o sonidos, que se escriben entre corchetes ([]).
El procedimiento clásico para identificar fonemas es el establecido por los lingüistas de la Escuela de Praga en la primera mitad del siglo XX. Consiste en contraponer pares de palabras con diferente significado que compartan la totalidad de su sustancia fónica a excepción de un único segmento, o sea, un solo sonido individual. Esto es lo que ocurre con boca y poca. Su segmento inicial es el que aguanta todo el peso cuando enfrentamos una palabra con la otra. Si esa pieza falla, si por el motivo que sea no percibimos nítidamente este segmento inicial, seremos incapaces de decidir si nos han dicho lo uno o lo otro y fracasarán nuestros intentos de interpretación. Por el contrario, si la percepción es exitosa, esta nos remitirá inmediatamente al significado adecuado, es decir, seremos capaces de identificar la palabra y de entenderla. La conclusión es clara: /b/ y /p/ se oponen en español. Acabamos de identificar dos fonemas de nuestra lengua.
Si continuamos aplicando el procedimiento a nuevos pares de palabras, comprobaremos que boca no solo se opone a poca por su segmento inicial, sino también a coca, foca, loca, moca, roca y toca. De esta forma habremos identificado de una tacada los fonemas /k, f, l, m, rr, t/. Así, por medio de contraposiciones sucesivas, se llega a establecer de manera exhaustiva el repertorio de fonemas de una lengua, que constituye un conjunto limitado y cerrado.
Es fácil comprobar que los fonemas son más abstractos que los sonidos que de hecho componen el habla. En efecto, un fonema es una idealización que admite realizaciones muy diferentes. Por ejemplo, el fonema /b/ del español tiene dos variantes en el habla. En la primera no se llegan a cerrar los labios. Estos simplemente se aproximan mientras expiramos el aire y vibran las cuerdas vocales. Esta primera versión de /b/ es la que encontramos en tubo, alba o curva. En la segunda, en cambio, los labios se juntan brevemente para interrumpir el paso del aire y liberarlo acto seguido sin que dejen de vibrar en ningún momento las cuerdas vocales. Esta es la be que aparece en comba o cuando de repente gritamos ¡Bien! El hablante nativo no es conciente de ello porque realiza todas estas operaciones de manera automática, pero está aplicando una regla por la que siempre se realiza la primera versión, menos después de una consonante nasal o en posición inicial absoluta (al empezar a hablar o después de una pausa). La primera se representa en notación fonética con una beta [β]; la segunda, con una be [b]. Es decir, en español tenemos un solo fonema /b/ con dos alófonos.
Este es el concepto de fonema del funcionalismo praguense, tal como lo concibe Nikolái Trubetskói y lo desarrolla Roman Jakobson. Está basado en la semántica, por lo que el lingüista solo puede identificar los fonemas de una lengua que entiende. La lingüística norteamericana llegará a otro procedimiento basado en la distribución. Los fonemas se aíslan a base de analizar los contextos en que puede o no puede aparecer un sonido dado. En condiciones ideales, esto permite incluso inventariar los fonemas de una lengua que no entendemos. Pero nos quedaremos aquí de momento porque esta segunda noción de fonema nos llevaría ahora demasiado lejos."

La sinonimia

Artículo publicado por Alberto Bustos en Blog de Lengua Española:

"La sinonimia es la relación semántica que se da entre palabras o expresiones que presentan significados equivalentes. Son sinónimos, por ejemplo, burro, asno y pollino; dinero y pasta; morir y fallecer; estar, encontrarse y hallarse; o bello, hermoso, bonito y lindo. Podemos comprobar que entre las palabras de las series anteriores se da una relación de sinonimia realizando sustituciones en el interior de una oración:
(1) Platero es un {burro/asno/pollino} que protagoniza una de las obras de Juan Ramón Jiménez
(2) Coge {el dinero/la pasta} y corre
(3) El rey {ha muerto/ha fallecido}
(4) La marquesa {está/se halla/se encuentra} indispuesta
(5) Ayer disfrutamos de un {bello/hermoso/bonito/lindo} atardecer
Se suele diferenciar entre la sinonimia total y la parcial, aunque esta distinción es más que nada teórica, pues la sinonimia total, entendida como equivalencia perfecta, no pasa de ser una construcción ideal, una mera posibilidad lógica. En la práctica resulta difícil —si no imposible— señalar sinónimos totales que admitan la sustitución en cualquier contexto preservando no solo el significado sino también las connotaciones, el nivel de lengua, etc. Así, dinero y pasta en principio son sinónimos, pero la segunda denominación queda reservada para usos coloquiales o humorísticos. El presidente del Banco Central Europeo difícilmente podrá anunciar que eleva el precio de la pasta para prevenir tensiones inflacionistas.
La inexistencia de hecho de sinónimos totales se explica por varios motivos. Para empezar, sería antieconómica. Si dos palabras fueran perfectamente equivalentes, una de las dos no tardaría en ser desechada por la sencilla razón de que sobraría. Para continuar, las palabras suelen ser polisémicas, por lo que pueden resultar equivalentes en algunas de sus acepciones, pero no en todas. Morir y fallecer son sinónimos en el ejemplo (3), pero morir posee extensiones metafóricas de las que carece fallecer. Es perfectamente aceptable la oración Este televisor ha muerto (o sea, ha sufrido una avería que no tiene arreglo); pero no, en cambio, Este televisor ha fallecido. Tampoco conviene perder de vista que en el vocabulario se acumulan estratos con orígenes de lo más diverso y que pueden representar variantes dialectales, sociolectales, estilísticas, etc. Bonito y lindo son sinónimos en principio, pero el segundo resulta raro entre los hablantes de España. Estos dos adjetivos, a su vez, contrastan conjuntamente con hermoso y bello, que tendemos a identificar con la lengua literaria.
En la práctica hay que conformarse con una noción de sinonimia más débil que considera sinónimas las expresiones que presentan no ya una identidad sino una simple afinidad o semejanza de significado, es decir, una equivalencia aproximada que además se limita a algunos contextos. Esto es lo que se denomina sinonimia parcial. Así, aceptamos como sinónimas las series de los ejemplos (1)-(5), pero todos estaríamos en condiciones de identificar matices semánticos dependiendo de cuál sea la palabra concreta que seleccionemos, así como de construir nuevos contextos en los que se rompiera la relación de sinonimia.
Y ni siquiera esta versión débil está exenta de problemas. A veces nos encontramos ante expresiones que son sustituibles en ciertos contextos, pero que no son verdaderos sinónimos, sino que simplemente se refieren a las mismas realidades. La sinonimia es una relación semántica, es decir, de significado, y, por tanto, interna al sistema de la lengua. Esto otro, en cambio, son manifestaciones de un fenómeno diferente al que se denomina correferencia y que tiene que ver con el hecho de que diferentes expresiones lingüísticas se pueden referir a las mismas realidades o estados de cosas del mundo. En las siguientes oraciones podemos sustituir el papa por Benedicto XVI:
(6) El papa impartió la bendición urbi et orbi
(7) Benedicto XVI impartió la bendición urbi et orbi
Sin embargo, esto no quiere decir que nos hallemos ante sinónimos, sino que, por conocimiento del mundo, nos consta que a 18 de noviembre de 2011 Benedicto XVI es papa en Roma. La ilusión de sinonimia se desvanece en cuanto se modifica la referencia. Comparemos si no las siguientes oraciones:
(8) El primer papa fue Pedro
(9) El primer Benedicto XVI fue Pedro
La oración (9), desde luego, es inaceptable. Un efecto parecido se consigue aplicando el plural. No es lo mismo escribir una Historia de los papas que una Historia de los Benedictos XVI (?). En este caso, uno de los términos es un nombre propio, por lo que se me podría objetar que carece propiamente de significado. Fijémonos, pues, en lo que sucede con las expresiones lucero de la mañana y lucero de la tarde (ejemplos clásicos para ilustrar la diferencia entre significado y referencia). Ambas se refieren a una misma realidad extralingüística: el planeta Venus; pero es fácil percibir que su significado contiene rasgos muy diferentes.
La sinonimia, en definitiva, es un concepto que resulta más fácil de captar intuitivamente que de definir y hacer operativo. En la práctica, la sustitución de una palabra o expresión por otra siempre implicará introducir algún matiz en el significado, pues, como dijo Geckeler, el sistema de la lengua parece permitir que un significante tenga más de un significado, pero no que un significado tenga más de un significante."

domingo, 4 de diciembre de 2011

Aquí falla algo

Corrige este texto:

"Sabemos lo que hay que hacer y lo vamos a hacer y por eso hacemos lo que hemos dicho que íbamos a hacer y por eso seguiremos haciendo aquello que nos toca hacer, a pesar de que alguno no se crea que vamos a hacer lo que hemos dicho que íbamos a hacer."

Construir un texto

A continuación tienes una serie de ideas redacatadas en oraciones simples. A partir de ahí, redacta un texto. Abajo tienes una posible redación.

ORACIONES:

1. El español es una lengua que proviene del latín
2. El francés, portugués o italiano provienen también del latín
3. El español empieza a surgir cuando el latín pierde vigencia tras la caída del Imperio Romano.
4. El español y el latín, y sus lenguas hermanas, tienen muchas cosas en común (palabas, sintaxis, etc.)
5. El verbo en español tiene muchas cosas en común con el verbo en latín
6. Las formas verbales actuales son fruto de muchos años de evolución
8. Ha habido cambios fonéticos, semánticos y morfológicos.

POSIBLE TEXTO:

viernes, 2 de diciembre de 2011

Cuento

LA FLOR MÁS GRANDE DEL MUNDO. José Saramago y João Caetano.

Las historias para niños deben escribirse con palabras muy sencillas, porque los niños, al ser pequeños, saben pocas palabras y no las quieren muy complicadas. Me gustaría saber escribir esas historias, pero nunca he sido capaz de aprender, y eso me da mucha pena. Porque, además de saber elegir las palabras, es necesario tener habilidad para contar de una manera muy clara y muy explicada, y una paciencia muy grande. A mí me falta por lo menos la paciencia, por lo que pido perdón.

Si yo tuviera esas cualidades, podría contar con todo detalle una historia preciosa que un día me inventé, y que, así como vais a leerla, no es más que un resumen que se dice en dos palabras… Se me tendrá que perdonar la vanidad de haber pensado que mi historia era la más bonita de todas las que se han escrito desde los tiempos de los cuentos de hadas y princesas encantadas…

¡Hace ya tanto tiempo de eso!

En el cuento que quise escribir, pero que no escribí, hay una aldea. (Ahora comienzan a aparecer algunas palabras difíciles, pero quien no las sepa, que consulte en un diccionario o que le pregunte al profesor.)

Que no se preocupen los que no conciben historias fuera de las ciudades, ni siquiera las infantiles: a mi niño héroe sus aventuras le esperan fuera del tranquilo lugar donde viven los padres, supongo que también una hermana, tal vez algún abuelo, y una parentela confusa de la que no hay noticia.

Nada más empezar la primera página, sale el niño por el fondo del huerto y, de árbol en árbol, como un jilguero, baja hasta el río y luego sigue su curso, entretenido en aquel perezoso juego que el tiempo alto, ancho y profundo de la infancia a todos nos ha permitido…

Hasta que de pronto llegó al límite del campo que se atrevía a recorrer solo. Desde allí en adelante comenzaba el planeta Marte, efecto literario del que el niño no tiene responsabilidad, pero que la libertad del autor considera conveniente para redondear la frase. Desde allí en adelante, para nuestro niño, hay sólo una pregunta sin literatura: “¿Voy o no voy?” Y fue.

El río se desviaba mucho, se apartaba, y del río ya estaba un poco harto porque desde que nació siempre lo estaba viendo. Decidió entonces cortar campo a través, entre extensos olivares, unas veces caminando junto a misteriosos setos vivos cubiertos de campanillas blancas, y otras adentrándose en bosques de altos frenos donde había claros tranquilos sin rastro de personas o animales, y alrededor un silencio que zumbaba, y también un calor vegetal, un olor de tallo fresco sangrado como una vena blanca y verde.

¡Oh, qué feliz iba el niño! Anduvo, anduvo, hasta que los árboles empezaron a escasear y era ya un erial, una tierra de rastrojos bajos y secos, y en medio una inhóspita colina redonda como una taza boca abajo.

Se tomó el niño el trabajo de subir la ladera, y cuando llegó a la cima, ¿qué vio? Ni la suerte ni la muerte, ni las tablas del destino… Era sólo una flor. Pero tan decaída, tan marchita, que el niño se le acercó, pese al cansancio.

Y como este niño es especial, como es un niño de cuento, pensó que tenía que salvar la flor. Pero ¿qué hacemos con el agua? Allí, en lo alto, ni una gota. Abajo, sólo en el río, y ¡estaba tan lejos!…

No importa.

Baja el niño la montaña,
Atraviesa el mundo todo,
Llega al gran río Nilo,
En el hueco de las manos recoge
Cuanta agua le cabía.
Vuelve a atravesar el mundo
Por la pendiente se arrastra,
Tres gotas que llegaron,
Se las bebió la flor sedienta.
Veinte veces de aquí allí,
Cien mil viajes a la Luna,
La sangre en los pies descalzos,
Pero la flor erguida
Ya daba perfume al aire,
Y como si fuese un roble
Ponía sombra en el suelo.

El niño se durmió debajo de la flor. Pasaron horas, y los padres, como suele suceder en estos casos, comenzaron a sentirse muy angustiados. Salió toda la familia y los vecinos a la búsqueda del niño perdido. Y no lo encontraron.

Lo recorrieron todo, desatados en lágrimas, y era casi la puesta de sol cuando levantaron los ojos y vieron a lo lejos una flor enorme que nadie recordaba que estuviera allí.

Fueron todos corriendo, subieron la colina y se encontraron con el niño que dormía. Sobre él, resguardándolo del fresco de la tarde, se extendía un gran pétalo perfumado, con todos los colores del arco iris.

A este niño lo llevaron a casa, rodeado de todo el respeto, como obra de milagro.Cuando luego pasaba por las calles, las personas decían que había salido de casa para hacer una cosa que era mucho mayor que su tamaño y que todos los tamaños.

Y ésa es la moraleja de la historia.

Éste era el cuento que yo quería contar. Me da mucha pena no saber narrar historias para niños. Pero por lo menos ya conocéis cómo sería la historia, y podréis explicarla de otra manera, con palabras más sencillas que las mías, y tal vez más adelante acabéis sabiendo escribir historias para los niños…

¿Quién me dice que un día no leeré otra vez esta historia, escrita por tí que me lees, pero mucho más bonita?…


Textos instructivos

Lee el siguiente texto y piensa en cómo están dividos los párrafos. Escribe un texto similar en el que sigas el mismo modelo de párrafos.

Se forman dos equipos (pueden participar desde cuatro hasta treinta participantes) y necesitarán un rotulador y una hoja A3 para cada uno. Se dibuja una cuadrícula en cada hoja. Los equipos se deben poner de acuerdo para que las dos cuadrículas sean iguales. En nuestro caso usaremos una de 6x6.

Por turnos, un jugador de cada equipo dice una letra en voz alta. Lo equipos se reúnen y tienen 30 segundos para acordar dónde quieren colocar la letra y la escriben. Si pasados los 30 segundos no la han escrito, un adversario decidirá el lugar donde colocarla. Para evitar trampas, y problemas, las hojas con la cuadrícula deberán estar separadas del grupo en un lugar visible. Es práctico que estén colgadas de la pared. Cuando ya han escogido la letra y su ubicación en la cuadrícula, sale un jugador y la escribe. La partida se acaba cuando se han llenado las dos cuadrículas (en nuestro caso después de 36 rondas, si la cuadrícula es más grande, el juego dura más).

Entonces se procede al recuento de las palabras que hay escritas en cada una, en vertical, horizontal o diagonal. Las palabras más largas, que en nuestro caso serán las de seis letras, suman doce puntos. Las palabras más cortas contabilizan un punto por letra. Como suele pasar en los juegos de palabras, es necesario que los equipos pacten previamente las palabras válidas (por ejemplo, si se aceptan nombres propios, preposiciones, artículos, etcétera).

Una buena estrategia es buscar letras que dificulten la creación de ciertas palabras en sus adversarios y faciliten las palabras propias. Por ejemplo, una x escogida con cuidado permitiría escribir cláxon y, dependiendo del momento de la partida en la que la hagamos aparecer, cerraría aspiraciones del adversario.

Anoten las letras a la parrilla como un juego de bolsillo para encuentros familiares en tardes espesas. No requiere mucho material ni preparación y siempre les podrá sacar de un apuro.

jueves, 1 de diciembre de 2011

Redacción

Redacta una explicación razonada sobre la siguiente reflexión. Desarróllala con un párrafo de ejemplificación.

El receptor en textos periodísticos

Fíjate en las referencias culturales del siguiente artículo y piensa a qué tipo de lector va dirigido ¿Puedes encontrar alguna otra justificación?

GAFAS PARA TODOS

"En la película Novecento, cuando al personaje interpretado por Dominique Sanda -la chica rica- no le gustaba la realidad, se quedaba momentáneamente ciega. Poco después de la implicación de Iñaqui Urdangarín en causas investigadas por la justicia, el rey se da un golpe en los ojos y aparece con gafas oscuras de invidente. Desde luego que hay cosas que uno prefiere no ver. La Casa Real aseguró en un comunicado que el asunto sobre los posibles negocios irregulares del duque de Palma “no les tocaba”. Y además parecían preferir que se mirara hacia otro lado: el traje de un supervillano del cómic, Magneto, resultaba ser igual que el uniforme militar de nuestro monarca, lo que provocó un nuevo comunicado de la Zarzuela que en este caso nos mantuvo entretenidos haciendo bromas.

En medio de esta crisis económica y política, la sociedad se replantea el valor de sus instituciones. Y, como se dice en el ensayo sobre la monarquía Las dudas de Hamlet (Península), cabe preguntarse si un relato de un minuto veintiséis segundos (lo que duró el discurso del rey tras el golpe del 23F) es suficiente para sostener la institución tres décadas después. Tras sus gafas oscuras, el rey se habrá formado su propia opinión. Miguel Roig, el autor del ensayo, nos recuerda que “Edipo pudo ver todo lo que ocurría cuando ya estaba ciego”.

En vista de que todos tenemos algo que no nos gusta mirar, sugiero que se repartan gafas oscuras para todos. En mi mundo ideal, tras los cristales, no se tomarán decisiones, solo dry martinis."

Begoña Huertas, PÚBLICO, 01/12/2011